El curro de los decretos 🥁

SADAIC, los derechos de autor y qué significa esta normativa

sep 01, 2024

Buen día, ¿cómo andan? Aquí aprovechando la tormenta de Santa Rosa para terminar de escribir el newsletter. Estuve en el Concejo de Santa Fe en una charla hermosa sobre IA y Periodismo, probé el liso santafesino 🍺 y participé de la Media Party que fue una fiesta de datos y colegas. Semana movida en los temas que nos convocan.

En Brasil prohibieron, desde hoy, a la red social X y establecieron multas a quienes usen redes privadas virtuales (VPN) para acceder a la página o app. La razón: la reactivación de cuentas ultraconservadoras brasileñas cuyas suspensiones habían sido ordenadas por los tribunales locales y el desacato de las autoridades de X. Todos migraron hacia otras redes, Bluesky recibió cientos de miles de usuarios nuevos estos días. Como si fuera un epitafio, como hizo el presidente de Brasil, Lula de Silva, difundieron sus nuevas coordenadas.

En Francia, metieron preso unos días a Pavel Durov, fundador de Telegram, por no bloquear contenidos de pedofilia. Las acusaciones son: Complicidad en la distribución criminal organizada de imágenes sexuales de niños, permitir transacciones ilícitas y negativa a comunicarse con las autoridades. Aquí dos ejemplos sobre las plataformas y qué papel tiene el estado y la justicia.
En Argentina, capturaron al Diputado de Misiones por el partido Activar Germán Kiczka y su hermano por formar parte de una red de pedofilia internacional. ¿Las pruebas? La cantidad de material espantoso en sus computadoras, su celular y su canal de YouTube.

Pero hoy no me ocuparé de todo eso sino del decreto del gobierno argentino con respecto a los derechos de autor y la recaudación en el espacio público y la manera de comunicar la nueva medida, con poca información pero mucho sesgo negativo, desprecio y desinformación. Todos ingredientes bien picantes como para que festejes algo que no sabés muy bien como funciona. Intentaré explicar. No hay lugar para tanto pero que es interesante, lo es.

Aviso parroquial: Este próximo sábado estaré en el Encuentro Nacional de Locutores en Rio Segundo, Córdoba, hablando de inteligencia artificial y cómo nos modifica con Redacciones5G. Se pueden inscribir aquí. Además esta semana salió el podcast que hacemos en el cuál entrevistamos a Julián Gallo y aporta mucha claridad sobre el presente y futuro del periodismo y la IA. Pueden escucharlo aquí.

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1. El poder de las palabras

Cuando le pones “el curro” adelante a algo, ya expresás tu opinión. No solo eso, tu desprecio por lo que sigue en la oración y un punto final: “el curro de los derechos humanos”, “el curro de las feministas”, y el nuevo relato: “el curro de SADAIC”.

Claro que para poder criticar a algo hay que, mínimo, conocerlo. En este caso, y en todos los otros, pareciera no suceder. Se va hacia el lugar común. No se construye, se destruye.

La discusión sobre SADAIC se reduce a esto (fragmento copiado de un comentario de redes): Me acuerdo que un día cayó la policía con los representantes de sadaic en una fiesta de fin de año no le queríamos pagar por qué ya le pagábamos a Spotify premiums igual nos querían cobrar.

Se mezcla todo, plataformas, música que “es gratis porque está en plataformas”, la libertad que tenemos en nuestras casa de escuchar pagando Spotify o no pagando nada. Y la opacidad de muchas de las sociedades de gestión colectiva que protegen los derechos de sus afiliados.

Críticas hacia SADAIC hay muchas pero en esta oportunidad tienen que ver con quienes usan la música y lo consideran un sistema opaco que cobra un porcentaje que, en mayor o menor medida, repercute en el costo total de una persona y empresa que use música en un salón de fiestas, hotel y cualquier lugar que cobre por sus servicios y use música tanto grabada como en vivo.

Pero con este decreto no se resuelve esa indignación porque hay que esperar a la reglamentación del decreto para saber los detalles, hay algunas certezas y mucha confusión en cada una de las interpretaciones.

Por otro lado, el problema de fondo, que es la falta de transparencia y la discrecionalidad de muchas de las sociedades de gestión colectiva no están tratadas aquí. Quienes se quejan, los músicos, no solo pierden con esta medida sino que siguen reclamando que sea un sistema más simple, federal, inclusivo y transparente. Este es un decreto hecho a medida del sector turístico y no de un sistema justo.

2. Hecho el decreto, hecha la trampa

No debatas. “El gobierno toma decisiones por decreto, por DNU y por resoluciones porque no quiere pasar por el congreso, porque no quiere que algunos temas sean debatidos ahí” dice Irina Hauser, periodista especializada en temas judiciales y recuerda que, de hecho, el primer discurso de Javier Milei fue de espaldas al Congreso.: “Este mecanismo de sacar cosas por decreto es muy habitual. Hasta la estructura de inteligencia fue por decreto”.

Una de las razones por las cuales este tema no quería ser discutido en las bancas tiene que ver con lo que explica Pelu Romero, productor y músico: “El decreto es un instrumento del PEN para modificar una situación traumática que no puede esperar el debate en la legislatura. Claramente esta situación no lo amerita”. Como es sabido, los hoteleros vienen reclamando hace años que no se les cobre: “Nunca pudieron argumentar ni basar legalmente su posición. Los bares lo resolvieron bajando a cero el volumen de sus televisores, legalmente al no escucharse el sonido no hay uso público de fonograma, que es el punto que se discute”.

Pero el decreto 765/2024 fue interpretado de diferentes maneras en la discusión pública y en la mediática. ¿Qué dice? Más allá de que se puede leer aquí, básicamente redefine la ejecución pública de la música.

La interpretación la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (CAPIF) según indica su comunicado, es:

“Si bien la intención principal habría sido la de excluir a las habitaciones de los hoteles del pago de los derechos de ejecución pública -de importancia económica menor en la recaudación de AADI-CAPIF- la redacción utilizada en este nuevo Decreto en cuanto se centra en el término “ámbito privado”, sea éste de ocupación permanente o temporal, ha dado lugar a que los medios periodísticos y distintos voceros consideren -a nuestro juicio, equivocadamente- que a partir de esta nueva norma, ya no deberían pagar derechos quienes organicen fiestas privadas e, incluso, se ha mencionado en alguna nota que tampoco deberían pagar bares y restaurantes”.

CAPIF afirma que solo se elimina la recaudación en la habitaciones de hotel.

El comunicado da cuenta de lo que encabeza este newsletter, el sesgo: El comunicado continúa y dice que:

Todas las notas, sin excepción, hacen referencia a SADAIC, el foco está puesto en esa sociedad con un sesgo negativo.
La gran mayoría incluye informaciones inexactas y falsas, ya que sentencian que el Gobierno eliminó por decreto el impuesto que le pagan a SADAIC salones, restaurantes y hoteles. Es decir, hacen extensiva a muchos rubros una disposición que solo abarca a las habitaciones de los hoteles, consideradas ámbito privado.
Si bien las notas hacen referencia a la entidad autoral, el cambio en la definición del alcance de los derechos de comunicación al público afecta a todas las entidades que gestionan esos derechos en representación de titulares reconocidos por nuestra legislación, entre ellas AADI CAPIF (Intérpretes y productores de fonogramas), SAGAI (intérpretes audiovisuales), Argentores (autores en general) y DAC (Directores de cine).

Para la sorpresa de la opinión pública, indica CAPIF, esta medida podría tener puntos positivos:

Garantiza la protección de los derechos de los autores.
Reconoce a las sociedades de gestión colectiva.
Deja en claro el derecho a percibir una retribución por la comunicación pública de las obras (va en consonancia con los tratados internacionales.

Por otro lado, hace hincapié en que un decreto del Poder Ejecutivo en ningún caso puede abolir derechos de jerarquía constitucional, que corresponde no solo a la ley de Propiedad Intelectual 11.723, sino también en el artículo 17 de la Constitución Nacional y los tratados de propiedad intelectual ratificados por la República Argentina, como el Tratado de Berna, Convención de Roma, y Tratados OMPI sobre Derechos de Autor (TODA y sobre Interpretaciones, Ejecuciones y Fonogramas (TOIEF).

3. ¿Está bien que SADAIC cobre todo esto?

El comunicado de SADAIC es breve y es una defensa a los derechos de autor que no explica la problemática, algo que será bueno para ellos y para los músicos que representa.

¿Cómo funciona este sistema para uso privado de música grabada?

Hay tres derechos:

1) De autor, en cabeza de quienes componen música y letra y que es inalienable, no puede venderse o cederse a otra persona fisica o jurídica.

2) De intérprete, en cabeza de quienes han grabado instrumentos o voces y

3) derecho fonomecánico, en cabeza de quienes hayan pagado la grabación del fonograma.

Las sociedades de gestión colectiva están autorizadas a recaudar el pago de estos derechos. en Argentina son SADAIC (autores y compositores), AADI (intérpretes) y CAPIF (productores de fonogramas).

“El problema en la practica es que los hoteleros, dueños de salones, bares y pubs, no incluyen es sus presupuestos este costo y lo ponen como un ítem separado. Entonces cuando pasa el inspector de SADAIC o AADI, se arma el caos” explica Pelu y ejemplifica el por qué de pagar la música: “Si alguien se casa y alquila un salón ¿no lo paga? ¿La comida es gratis? ¿La ropa se la prestan? El uso de la musica grabada es para consumo privado. Las leyes de propiedad de derecho de autor, intérpretes y dueños de fonogramas son así en todo el mundo”.

Red Panal hizo un hilo de X explicativo de esta problemática, totalmente polarizada. Matias Lennie Bruno, integrante de la comunidad autogestiva de creación musical, explica a este newsletter:

“El músico tiene dos ingresos: salarial (si tocas en una orquesta...) o sesionista (salario) y el otro es la propiedad intelectual. Sacás los temas, circulan y cobrás por derecho de autor, por compositor o por interprete”. La discusión en el ecosistema de la cultura libre tiene que ver con si debería cobrarse o no la propiedad intelectual: “Una parte piensa que solo debería tener los derechos morales. Es una discusión imposible porque los músicos lo cobran, hay un pedazo de plata que lo recaudan las entidades de gestión colectiva, si vos no generas otra forma que llegue a equiparar esas condiciones es una discusión sin sentido. Es una tension irresoluble”

El problema por el cuál se habla de “El curro de SADAIC” es por el cobro compulsivo. No se puede elegir si se paga o no, es siempre así. “Y después está la discusión sobre la gestión colectiva en argentina que es un caso atípico porque tiene características muy puntuales: es compuslvia y obligatoria, no hay posibilidad de elegir no estar dentro del circuito de la gestión colectiva y es monopólica porque existe una por rubro. Eso da una cosa de autoritarismo, discrecionalidad. En Brasil, por ejemplo, se puede elegir entre varias sociedades” explica Lennie Bruno y resalta algo no menor: “la musica argentina logro ser lo que es, muy potente históricamente y regionalmente, un faro internacional. Es difícil disociar ese nivel de produccion de referencia de las condiciones materiales. hay algo de la critica de ese formato que tiene una cosa anacrónica”.

La conclusión es que, de mínima, sería necesaria su discusión en un ámbito plural. La transparencia de las sociedades de gestión también son una condición necesaria hoy en día. La difusión de lo que significa la música y los derechos de quien lo hace es imprescindible porque con la llegada de las plataformas se mezclan todos los conceptos, las obligaciones y los derechos.

Lo cierto es que SADAIC no cobra un impuesto. No es un impuesto. Es un derecho adquirido.

4. ¿Y de la inteligencia artificial no hablamos?

Nosotros no. Pero en Estados Unidos, el ejemplo del SAG-AFTRA es como un medicamento de amplio espectro. La sigla signfica Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión y representa a todos ellos. Desde la aparición en la industria de Hollywood de la inteligencia artificial (IA) en producciones, películas, series y programas de radio, llevaron adelante -además de paros históricos- negociaciones que contemplan las nuevas formas de producir a partir de las plataformas y el valor del trabajo de los seres humanos que representan y cómo se puede cobrar el trabajo de plataformas y la producción de contenido con inteligencia artificial.

El último acuerdo fue el de los locutores con la empresa Narrativ, en la cuál los locutores pueden decidir participar de la clonación de su voz o no. Más allá de algunas críticas, se trata de los primeros lineamientos para poder negociar en esta nueva era, la de las plataformas y la IA.

Como periodista siempre pienso en las analogías con nuestros derechos: nuestras notas se roban sin prurito, se republican hasta el infinito y participamos (en general) sin ganancia en cientos de programas de radio y televisión. Si un músico toca en la tele, cobra. Es por ley, es su derecho y es su sustento. Deberíamos crear un sistema justo para todos y todas. Y si las leyes quedan anacrónicas, adaptarlas a los nuevos tiempos. No erradicarlas y chau picho. Esperemos a ver si los hoteles son más económicos ahora ¿será?